Faltan especialistas para atender salud mental en Tamaulipas

Según la OMS México tiene un déficit de psiquiatras, pues a finales del 2019 contaba con alrededor de 4 mil 600, pero se requieren 12 mil. De ahí la necesidad de contar con el recurso humano necesario para fortalecer la salud mental, que se ha visto alterada por la pandemia y las clases en línea, señaló la diputada federal Olga Sosa Ruiz.

De acuerdo con estadísticas del sector salud, Tamaulipas tiene apenas dos psiquiatras por cada cien mil habitantes. El mayor número lo concentran los estados más grandes del país como Jalisco, Nuevo León y la Ciudad de México.

La legisladora apuntó que el covid-19 ha puesto en el orden de prioridades la atención a la salud física y se ha abandonado la salud mental, pero estos siete meses han sido de mucho estrés, miedo y angustia entre la población por los efectos de la contingencia sanitaria que ha dejado muerte y una economía lastimada.

Destacó que invertir en salud mental es vital para garantizar el bienestar de la población, tal como lo ha señalado la Organización Mundial de la Salud. Por tal motivo, en un punto de acuerdo llevado a la Cámara de Diputados para su análisis, Sosa Ruiz expone que la salud mental no se atiende con la misma magnitud que la física, y si se llevaran a cabo acciones preventivas se lograría disminuir la mortandad a causa de este tipo de trastornos.

“La OMS ha señalado que 1 de cada 4 personas vive afectada por trastornos mentales. La tasa de mortalidad por suicidios ha aumentado y hay también muchos casos de personas que intentan quitarse la vida, esto se agrava porque tenemos un déficit de especialistas”.

Indicó que el padecimiento más frecuente es la depresión y los ocasionados por el consumo del alcohol o las drogas, como el trastorno bipolar y la esquizofrenia. Otro dato a destacar es que los niños y jóvenes son más propensos a tener trastornos mentales que otras generaciones y presentan irritabilidad, nerviosismo, inquietud y otras alteraciones más.

“Con las clases en línea quienes han tenido una presión extra son los menores en hogares de bajos recursos, sin acceso a las tecnologías de la información, de la televisión, es decir, agudiza las brechas de educación, economía y de salud”.

La pandemia ha obligado a madres y padres de familia a dividir su tiempo, entre el trabajo y el acompañamiento al menor de edad, lo que detona el estrés. En Tampico, el hospital Psiquiátrico recibe a la semana 40 llamadas de mamás angustiadas principalmente por el estrés de sus hijos, causado por los cursos en línea.

“Se requiere que los padres den ejemplo a sus hijos en guardar descanso, ejercitarse, comer bien, contactarse con amigos y familiares”, expresó Sosa Ruiz.

Sostuvo que la salud mental compete a la Secretaría de Salud pero también a la Secretaría de Educación Pública y surge la necesidad de incorporarla como un eje de atención prioritario y un mecanismo para fortalecer durante esta epidemia.

Olga Sosa propuso que la Cámara de Diputados exhorte a dichas Secretarías, pero también a sus homólogas en las 32 entidades federativas, para que fortalezcan la detección de posibles trastornos mentales derivados de la pandemia y se brinde atención especializada tanto a adultos como a menores de edad. La propuesta fue turnada a comisiones para su análisis.