Parapléjicos logran caminar por implante electrónico en médula espinal

Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) informaron que tres pacientes que habían quedado parapléjicos han conseguido caminar de nuevo tras una intervención donde se les colocó un implante electrónico en la médula espinal.

En una rueda de prensa, se detalló que los pacientes tenían la parte inferior del cuerpo completamente paralizada tras sufrir lesiones en la médula espinal por distintos accidentes de moto, pero el dispositivo de estimulación nerviosa les permitió caminar de nuevo.

Los científicos indicaron que las lesiones de los pacientes ocurrieron entre uno y nueve años antes de recibir el implante electrónico y se encontraban en una región denominada columna torácica por debajo del cuello y por encima de la parte más baja de la espalda.

Luego de esto, los pacientes pudieron dar sus primeros pasos una hora después de que los neurocirujanos les implantaron por primera vez los prototipos del dispositivo de estimulación nerviosa controlado a distancia por un software de inteligencia artificial.

En los seis meses siguientes, los pacientes recuperaron la capacidad de realizar actividades más avanzadas como caminar, montar en bicicleta y nadar en entornos comunitarios fuera de la clínica controlando ellos mismos el implante electrónico de estimulación nerviosa mediante una tableta con pantalla táctil.

 

Implante electrónico fue colocado en una operación de 4 horas

Los investigadores, Grégoire Courtine y Jocelyne Bloch, fueron quienes dirigieron el equipo científico de este logro, el cual se llevó a cabo en una operación de cuatro horas para colocar el implante electrónico con 16 electrodos directamente sobre la médula espinal de los tres pacientes que habían quedado parapléjicos.

Los electrodos del implante electrónico, son los que emiten los pulsos eléctricos sincronizados que imitan las señales que circulan a lo largo de la médula espinal, y ésta vincula el cerebro con los miembros inferiores.

Estos electrodos van conectados a un ordenador con un sistema de inteligencia artificial que reproduce los impulsos necesarios para caminar, montar en una bicicleta especial o remar (en el caso de un paciente sin movilidad en el bajo tórax).

Estas son las tres actividades que han conseguido realizar los participantes en este estudio, quienes han conseguido volver a ponerse en pie.

“Un día después de empezar a practicar vi que mis piernas se movían otra vez; fue una emoción muy intensa”, explicó Michel Rocatti, uno de los tres pacientes.