“Toallas sanitarias masculinas” causan polémica en redes

A través de redes sociales se desató una polémica luego de que un usuario de Twitter compartiera una imagen donde afirma que las “toallas masculinas” sirven para “evitar manchas de precum, semen o meados”.

¿Qué opinan de las toallas masculinas? Los protectores ligeros para hombres se usan dentro de los calzones para evitar manchas de precum, semen o meados. Muchas marcas los están fabricando, son muy cómodos y no se notan. Quiero 10!! publicó el usuario.

La polémica se suscitó por la confusión de quienes supusieron que los protectores masculinos estaban siendo ofertados para hombres sin problemas de incontinencia que buscaban evitar dejar pequeñas manchas en su ropa interior; lo que fue considerado por miles de usuarios como una actitud “afeminada” y contaminante.

Sin embargo, las llamadas “Toallas sanitarias masculinas” no son un producto de lanzamiento reciente, los protectores masculinos se venden por, distintas marcas, desde hace unos años y su mercado objetivo son hombres que sufren de incontinencia y evitan el uso de pañal para adulto.

Los protectores masculinos cuentan con un tipo de gel que neutraliza olores y aglutina los fluidos, además de que su publicidad afirma que “no se notan”.

Cabe mencionar que, de acuerdo con información consignada por la BBC de Londres, el primer hombre que uso una toalla sanitaria lo hizo en el año 2000; se trata de Arunachalam Muruganantham, un empresario de la India que decidió fabricar toallas sanitarias femeninas tras darse cuenta que en su país las mujeres, debido a lo caro del producto y/o la falta de recursos de las familias, empleaban trapos para absorber la menstruación; lo cual derivaba en una mayor probabilidad de desarrollar infecciones.

Debido a que la menstruación es un tema tabú en aquel país el empresario no encontró voluntarias para probar la eficacia de su producto, el cual se vende a un costo mucho menor que el de las toallas sanitarias que se ofrecen en tiendas comerciales, y fue el propio Arunachalam Muruganantham quien fabricó un “útero artificial” con un balón, lo rellenó con sangre de animal, se lo pegó al cuerpo y por medio de unas mangueras hizo que el liquido llegara a la toalla sanitaria que vestía mientras caminaba y andaba en bicicleta.