Tormenta solar se dirige a la Tierra: ¿qué consecuencias puede tener?

El Centro de Predicción del Tiempo Espacial (SWPC, por sus siglas en inglés) emitió una alerta por una tormenta solar que podría llegar a la Tierra hoy 1 de abril, después de que el astro tuviera un total de 17 erupciones, pero ¿cuáles son las consecuencias de este fenómeno?

El pasado 28 de marzo, el SWPC dio a conocer que se produjo una llamarada en el hemisferio solar norte, la cual se asoció con una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), por lo que emitieron una alerta de tormenta geomagnética G2 (moderada).

La alerta por dicha tormenta solar sigue vigente para hoy 1 de abril, a medida que continúa la progresión de la eyección de masa coronal, misma que llegó a la nave espacial NOAA DSCOVR, aproximadamente a un millón de millas de la Tierra.

 

“Los impactos en la tecnología de una tormenta solar G2 son generalmente pequeños, pero pueden producir auroras boreales visibles en el norte de Estados Unidos”, las cuales se apreciarán hoy 1 de abril por la noche, por dos eyecciones hacia la Tierra que derivaron en alertas.

Además de la tormenta solar G2, el 29 de marzo se emitió otra alerta por la erupción geomagnética G3 (fuerte), luego de que una segunda eyección de masa más rápida entró en erupción el 28 de marzo, cuya velocidad es de aproximadamente 841 kilómetros por segundo.

Por la potencia de ambos fenómenos, los científicos los consideraron como una “tormenta solar caníbal”, que identificaron como AR2975.

¿Cuáles son las consecuencias de una tormenta solar?

El campo magnético de la Tierra sirve para que las condiciones de la biosfera sean estables y además, tiene la capacidad de absorber la energía de una tormenta solar moderada.

Las tormentas G3 o fuertes no tienen consecuencias para los seres humanos, ya que el campo magnético también absorbe estas erupciones del Sol , lo que puede ocurrir son problemas intermitentes de navegación por satélite y de radionavegación de baja frecuencia.

“Las llamaradas solares son poderosas ráfagas de radiación dañina que no pueden pasar a través de la atmósfera de la Tierra para afectar a los humanos; sin embargo, cuando es lo suficientemente intensa, puede perturbar la atmósfera en la capa donde viajan las señales de GPS y comunicaciones”, explicó el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA.