Son los políticos y legisladores mexicanos, que mientras se dan de golpes de pecho por la elección de un “racista, xenófobo y misógino” como próximo presidente de los Estados Unidos, deciden tumbar una de las iniciativas presidenciales que justamente, buscaba combatir la discriminación: el matrimonio igualitario.

Así, con apenas 8 votos a favor, 19 en contra y una abstención, los diputados del PRI, PAN, Partido Verde y Encuentro Social tiraron a la basura la iniciativa enviada por el presidente Peña Nieto en mayo pasado, la cual, garantizaba a cualquier ciudadano de este país, mayor de 18 años, a contraer matrimonio sin importar su preferencia sexual;  es decir, que el matrimonio, no podría ser sujeto a discriminación, por origen étnico, nacionalidad, género, discapacidades, condición social, religión o preferencias sexuales.

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 Sin embargo, este tema parece ser menor para nuestros diputados, quienes por un lado rechazan la retórica conservadora y discriminatoria de Donald Trump, pero por el otro, deciden ignorar a la comunidad LGBT de nuestro país, que diariamente es víctima de un odio y discriminación que irónicamente hoy, ha sido avalado por nuestros propios políticos.