La decisión de un juez de declarar anticonstitucional el cobro de las fotomultas, no es algo que evite que todo mundo ahora quede exento de ser sancionado. Para librarse del pago de la multa, en caso de ser cachado por las cámaras colocadas en las vialidades de la CDMX, los infractores deben solicitar un amparo… y de ahí, ser llevados a una audiencia, para ver si la sanción procede o no.

Lo anterior quiere decir que las fotomultas seguirán operando y que las autoridades de la Ciudad de México no tienen la intención de suspenderlas. En palabras del jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, lo que se podría hacer es adecuar la operación de las fotomultas, pero otra cosa, no.

“Todo lo que se requiera adecuar, desde el punto de vista normativo se adecuará. Pero el resultado de las fotomultas es claro, es salvar vidas; el objetivo es que tengamos una mejor circulación”.

Como les informamos ayer, el juez octavo de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México, Fernando Silva García,  declaró como anticonstitucional el cobro de las llamadas fotomultas. Esto debido a que los artículos 9, 60, 61, 62 y 64 del Reglamento de Tránsito de la CDMX no dan chance de tener una audiencia para defenderse de la sanción, como lo apunta el artículo 14 de nuestra Constitución.

“Un video o una foto no debe generar en automático un acto de privación en perjuicio de alguna persona. En todo caso, una foto es solamente un indicio que podría servir para iniciar un procedimiento en forma de juicio con la participación del infractor a fin de determinar si se debe o no imponer la sanción”, determinó el juez.

Por ello, Mancera señaló que se modificará el reglamento para que los infractores tengan garantizado su derecho de audiencia… sin embargo, respecto a la participación de una empresa privada en la calibración de las cámaras (y con ello, la obtención de beneficios económicos), no comentó nada.

Así que bueno, mientras se trabaja para que se exista una normativa en la garantía de audiencia, los automovilistas deberán ampararse. De lo contrario, a pagar.