INAH encuentra cabeza estucada del dios del maíz en Palenque, Chiapas

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reportó el hallazgo de una cabeza estucada del joven dios del maíz en la zona arqueológica de Palenque, Chiapas, la cual estaría vinculada con un depósito ritual.

Los especialistas del INAH encontraron la figura de la deidad durante la temporada 2021 del proyecto “Conservación Arquitectónica y de los Acabados Decorativos de El Palacio”, auspiciado por Estados Unidos.

Palenque, junto con Tikal y Calakmul, fue una de las ciudades más poderosas del periodo Clásico Maya y sede de la dinastía a la que perteneció el rey Pakal, quien fue el onceavo gobernante y reinó entre los años 615 y 683 d.C.

En julio del año pasado, un equipo codirigido por el arqueólogo Arnoldo González Cruz y la restauradora Haydeé Orea Magaña, observó una alineación de piedras cuando retiraban el relleno de un pasillo que conecta las habitaciones de la Casa B de El Palacio, con los de la adyacente Casa F.

La exploración reveló una nariz y la boca semiabierta del dios del maíz, talladas en una escultura que funcionó como eje de una ofrenda montada sobre un estanque de piso y paredes estucadas, que simulaban el ingreso de la deidad al inframundo, en un entorno acuático.

Detalles delicados y finos destacan en la cabeza estucada

La cabeza estucada tiene una longitud de 45 centímetros, por 16 de ancho y 22 centímetros de altura. Estaba orientada hacia el este-oeste, para simbolizar el nacimiento del maíz con los primeros rayos del Sol.

En la escultura destacan características delicadas, como el mentón afilado, pronunciado y partido, los labios finos y proyectados hacia afuera, los pómulos redondeados, y los ojos alargados y delgados.

“De la frente amplia, larga, aplanada y de forma rectangular, nace una nariz ancha y pronunciada”, detalló el INAH .

La cabeza estucada del dios del maíz estaba sobre los fragmentos de un plato trípode, ya que dicha escultura se habría concebido como una “cabeza cercenada”, según otros hallazgos.

 En la iconografía del dios del maíz en otras piezas y documentos, como una serie de platos del periodo Clásico Tardío (600-850 d.C), una vasija de la región de Tikal, del Clásico Temprano (150-600 d.C) y representaciones en los códices Dresde y Madrid, esta deidad aparece con la cabeza cortada.

Cabeza estucada se mantuvo oculta alrededor de mil 300 años

González Cruz, investigador del Centro INAH Chiapas, explicó que el hallazgo de la cabeza estucada servirá para conocer la manera en que los antiguos mayas de Palenque revivían el pasaje mítico sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección del dios del maíz.

El contexto arqueológico que encontraron en Palenque fue fechado por los expertos del INAH hacia el periodo Clásico Tardío (700-850 d.C.), el sitio pasó por diferentes cambios, primero tuvo un estanque a modo de un espejo de agua para ver reflejado el cosmos.

Probablemente, en el reinado de Ahkal Mo’Nahb III (721 a 736 d.C.) dicho espacio se clausuró de manera simbólica, al retirar una porción del piso de estuco para depositar vegetales, huesos de codorniz, tortuga blanca, pez blanco y perro doméstico, conchas, fracciones de figurillas antropomorfas miniatura, 120 trozos de navajillas de obsidiana y pequeños caracoles.

cabeza estucada

Estos elementos cubrían casi 75 por ciento de la cavidad, la cual estaba sellada con piedras sueltas. Algunos huesos habían pasado por un proceso de cocción y otros tenían huellas de dientes, por lo que se presume sirvieron para consumo humano como parte de un ritual.

Sobre la ofrenda había una laja de piedra caliza con una perforación de 85 centímetros de ancho por cuatro de espesor. Mientras que un lecho semicircular de pequeñas almas de piedra, sobre el que se asentó la cabeza estucada.

Todo el espacio se cubrió con tierra y tres muros pequeños, lo que dejó la escultura del dios del maíz dentro de una especie de caja, donde estuvo oculta por mil 300 años.