Oxigenadores caseros no sirven y son riesgosos, alertan

“Mira güera ya hicimos un oxigenador con la bomba de la pecera”, celebra una mujer en un video colgado en Instagram. El final es aún más optimista: “y ya le pusimos el oxigenador y sí sube el oxígeno a 93”.

Derivado de la emergencia que hay por el desabasto de oxígeno, en redes sociales comenzaron a circular videos como el descrito, donde se enseña a hacer oxigenadores caseros con una bomba de pecera, mangueras y un vaso dispensador, para rescatar a los pacientes de covid-19.

Los especialistas, sin embargo, alertan que estos aparatos no sirven, porque no separan el nitrógeno, el hidrógeno, el carbono y partículas del aire que puedan contaminar los pulmones, no tienen forma de regular la presión ni el flujo que requiere cada paciente y, en cambio, implican un riesgo.

Gustavo Ariza, secretario de Protección Civil de Puebla, dijo que lo único que se hace con ese mecanismo es recolectar el aire del medio ambiente y se mete en un humidificador para dárselo al paciente.

“Para que tengan una idea, el aire que respiramos nosotros tiene un contenido del 21 por ciento de oxígeno, esa es la cantidad que está ingresando por una bomba y lo estamos metiendo al paciente”, dijo.

“El oxígeno que necesitan los pacientes está entre el 40 por ciento y el 60 por ciento de gas, el oxígeno es un gas medicinal y hay que entenderlo así, no es aire”, agregó.

El doctor Mauricio Rodríguez, vocero del Consejo covid-19 de la UNAM, dijo que usar esos oxigenadores caseros “es como si te soplo así con mi aliento y ya creemos que hay más oxígeno”.

“Lo primero que preocupa es que por estar usando esta estrategia retrasen la atención, el paciente se empeore. Eso es lo peligroso: que están usando eso, creyendo que funciona”, dijo Rodríguez.

Los especialistas explican que lo que realmente necesitan los pacientes con dificultad respiratoria y baja saturación de oxígeno, es este gas a una pureza del 93 por ciento procesado químicamente en concentraciones muy altas y suministrado a una presión determinada para que cumpla su objetivo, como sucede con el tanque de oxígeno.

Otra opción es un concentrador que toma el oxígeno del medio ambiente y lo suministra de forma más concentrada, pero no logra acercarse al 100 por ciento. Varía mucho el porcentaje según las especificaciones del aparato.

La doctora Roselyn Lemus-Martin, investigadora en temas de covid-19 en la Universidad de Oxford señala que “un tanque contiene una cantidad determinada de oxígeno a una presión específica que está dispensando el oxígeno constantemente.

“Los concentradores son dispositivos que están filtrando el aire que circula en el ambiente en un porcentaje determinado para dar oxígeno y que funcionan conectados a una corriente eléctrica”, afirma.

Los entrevistados señalaron que el médico debe indicar qué es mejor: si un tanque o un concentrador. Y en el caso del concentrador, debe verificarse la capacidad de litros por minuto que puede dosificar el aparato, revisar si puede suministrar continuamente oxígeno puro al 93 por ciento y que sea aprobado por la Cofepris.