“Traidores a la patria” quienes ayuden con el muro fronterizo, dice Arquidiócesis

Pues si Judas vendió a Jesucristo por unas cuantas monedas, quién va a andar pensando en patria, cuando–seguro–  habrá millones de por medio ahora que se construya el mega muro fronterizo. Las empresas (nacionales y extranjeras) quieren sacar algo bueno, de lo malo que representa la llegada de Trump. Pero bueno, eso a la iglesia no le interesa. Para la Arquidiócesis de México, aquellos empresarios o accionistas de industrias nacionales que quieran una rebanada del pastel que ofrece el republicano, son “traidores a la patria”.

No le hace que consigan la licitación o no, con la pura intención basta. Tampoco que disfracen de generación de empleos sus ganas de conseguir algo de los 2 mil millones de dólares que se tienen presupuestados para la construcción: es lamentable “que, de este lado de la frontera, haya mexicanos listos para colaborar con un proyecto fanático que aniquila la buena relación en el concierto de dos naciones que comparten una frontera común”, sentencia el texto publicado en el semanario Desde la Fe.

Los señalamientos de los representantes de la iglesia vienen a partir de que, en días recientes, han notado que diversas empresas de capital mexicano se han mostrado más que apuntados para surtir de materiales la obra divisoria. De acuerdo al escrito, lo preocupante no es que sean una o dos las empresas “masiosare”… sino que se tratan de alrededor de “500 empresas las que buscan obtener buenas tajadas económicas. Para ellas el fin justifica los medios”.

Agrega el texto editorial titulado “Traición a la Patria”, que más les vale que les quede bien bonito el mentado muro… porque debe ser de una “suave estética para esconder, bajo la pintura y las luces, el odio, la mutilación y la división” que representa.

Aunque no señala qué castigo divino les tocará a las empresas por darle la espalda a la patria, la Arquidiócesis sentencia que las empresas nacionales que colaboren en la construcción del muro estarán escupiendo para arriba (bueno, en realidad ellos dicen que es como darse un “balazo al pie”). ¿Por qué? Bueno, pues porque toda su inversión terminará por alimentar las muestras de discriminación que ha expresado Trump, las cuales no son nuevas: éstas “a lo largo de la historia han sometido a millones de seres humanos”.

Por otra parte, ya en el plano más terrenal, el texto no deja de remarcar que la iglesia está sorprendida por la “tibieza” con la que las autoridades mexicanas han actuado. Luego de saberse que empresas nacionales tienen intención de echarle la mano a Trump con su muro, los representantes de dios esperaban aunque sea un jalón de orejas… pero nada. Lo que los empresarios pretenden es “una grave afrenta a la dignidad”, señalan.