Fumar en terrazas puede hacer que contraigas COVID-19

Con la llegada de la pandemia por COVID-19, muchas de nuestras actividades cotidianas tuvieron un cambio radical, y se optó por buscar espacios abiertos para realizar actividades como comer, ir por un trago e incluso fumar.

Así, las terrazas han cobrado popularidad entre las personas, aunque también se han convertido en el principal foco de atención de distintos especialistas debido a la facilidad que las personas tienen para contagiarse de COVID al estar entre fumadores en estos lugares. De acuerdo con la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el virus puede esparcirse hasta 2 metros mientras se fuman cigarrillos.

“Al fumar y exhalar el humo, ya sea tabaco convencional o dispositivos electrónicos, se expulsan diminutas gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas, pero además al fumar es inevitable llevarse la mano a la boca o a la nariz o a la cara, lo cual facilita la entrada del virus en el aparato respiratorio”, explicó en mayo de 2020 el Dr. Carlos A. Jiménez-Ruiz, neumólogo y Presidente de SEPAR.

Las gotitas respiratorias, también se conocen como gotitas de Flügge, son partículas invisibles al ojo humano. Pueden salir al hablar, toser, estornudar o respirar, y son capaces de transportar gérmenes infecciosos de un individuo a otro.

Estas pequeñas partículas tienen una permanencia de hasta 30 minutos en el aire en suspensión y alcanzan hasta los dos metros de distancia, por lo que son capaces de ingresar en las vías respiratorias de las personas del entorno y contaminar distintas superficies donde pueden permanecer durante horas dependiendo del material.

“La evidencia científica ya nos ha demostrado que el coronavirus se transfiere entre personas a través de las gotitas de Flügge y por vías de contacto con superficies por lo que nuestra recomendación ahora más que nunca es no fumar”, confirmó el Dr. Signes-Costa, coordinador del Área de tabaquismo de SEPAR.

Además, los expertos señalaron que cuando una persona fuma, manipula constantemente el cubrebocas al quitárselo y ponérselo nuevamente, por lo que aumenta el riesgo de contagio.

Por ello, los expertos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica recomiendan no fumar ni vapear, pues además de contraer el virus, las personas que fuman tienen mayores riesgos de presentar cuadros graves de la enfermedad ya que esta acción disminuye las defensas de los pulmones.