Lety, Biasi y El Cartel del Golfo: historia de crimen, extorsión y muerte

Matamoros.- En negocios, como en política, las relaciones entre socios se convierte en peligrosa cuando se involucran sentimientos, pues una o ambas partes, buscarán hacer hasta lo imposible por lograr su cometido, sin importar los recursos que se utilicen, aún y cuando estos sean de procedencia ilícita o los orillen a cometer actos ilegales.

La relación amor-negocio que públicamente ha sostenido Luis Alfredo Biasi con la ex alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar, es uno de los ejemplos más claros, pues el primero, con tal de impulsar la figura su pareja dentro de la política y mantener su cuota de poder al finalizar la fallida administración municipal, ha amasado una fortuna en base a la extorsión, el contrabando, hasta llegar a las acusaciones de violencia, agresiones y muerte.

Una amplia investigación documentada en el expediente 1165/2017 encabezada por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tamaulipas, deja al descubierto la sociedad establecida entre Luis Alfredo Biasi con el crimen organizado.

En el expediente, se detalla el domicilio ubicado en Carretera Puente Internacional Libre Comercio entre calle Fresno y calle Gustavo Cuéllar Álvarez, del Ejido Barranca en el municipio de Matamoros, sitio en el que Biasi operaba a través de extorsiones a transmigrantes, quienes acudían hasta el inmueble donde a través de un pago de 300 dólares, recibían libre paso en la aduana del Puente Los Indios.

Los importadores debían cubrir dicha cuota con la promesa de “cero molestias” en su cruce por Tamaulipas, ya que Biasi estableció relación directa con miembros de El Cártel del Golfo, quienes a su vez reciben parte de las ganancias por extorsiones realizadas a través de sus actividades fraudulentas disfrazadas de agencias aseguradoras.

Entre los socios del amante de ex alcaldesa de Matamoros, la Procuraduría General de la República señala a Carlos Martínez alias El Cuate, a quien las autoridades de la DEA tienen identificado como el yerno de Osiel Cárdenas Guillén, fundador del Cártel del Golfo.

De acuerdo al periodista Omar Sánchez de Tagle, “El Cuate” es quien se encarga de extorsionar a los agentes aduanales de Tamaulipas, principalmente lo señalan como el que controla uno de los cuatro puentes más importantes de Matamoros, se trata del puente conocido como Los Indios.

Es a través de este punto que la organización, que él también dirige junto con otros líderes, logra que empresarios le paguen cuotas al momento de que cruzan mercancías que van desde aparatos electrónicos, ropa, combustible robado, autos y, por supuesto, que usa para el trasiego de droga.

Se sabe también, por la información que incluso proporcionó la DEA, que entre los principales operadores de El Cuate figuran Rigoberto Brown, sobrino de Cárdenas Guillén y quien cuenta con orden de arresto por los Estados Unidos, además de Rigoberto Castorena Cantú, su cuñado.

En las carpetas de investigación abiertas se explica que para operar en las aduanas, el yerno de Osiel Cárdenas ha logrado crear un grupo importante de contrabandistas que logran filtrarse como empresarios y hasta políticos de la región.

De estos personajes, las autoridades federales ya investigan a nombres como el señalado Luis Biasi, Jesús Jiraudini, alias El Chuy, y su sobrino Oscar Jiraudini, este último identificado como el encargado de controlar todos los puentes desde Reynosa hasta Matamoros, y se sabe que trabaja bajo las órdenes de la hermana de Osiel Cárdenas.

Las investigaciones de la PGR iniciaron luego de que recibieron diversas denuncias de empresarios que les detallaron que el cruce de cualquier mercancía, contenedor o pedido tiene una cuota de 300 dólares, que se le pagan al crimen organizado.

Trescientos dólares que desde hace meses paga como cuota de extorsión todo importador legal por cada cruce o pedimento que realice. Estas investigaciones llevan integrándose al menos seis meses; de no concluirse, podría no sólo incrementarse la extorsión, sino la violencia en las aduanas, ya que otros grupos empezaron a ver el negocio que significa.

El pasado no favorece a la sociedad Biasi-Salazar, quienes recientemente adquirieron por una transacción millonaria, empresas periodísticas en la frontera de Tamaulipas desde donde tienden una guerra mediática en contra del alcalde Jesús de la Garza Díaz del Guante y preparan ya un embate contra el gobierno estatal y federal, al verse copados en su empresa dedicada a la extorsión.

Pero a esta situación se le suma también la denuncia que pesa sobre Leticia Salazar, quien en su administración como primera autoridad de Matamoros a través del llamado Grupo Hércules, cuerpo armado con supuesto rango policial instituido en su mandato, ya que, de acuerdo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, son los responsables de la muerte de tres jóvenes estadounidenses y un mexicano en el año 2014.

Los investigadores determinaron que funcionarios de la ciudad de Matamoros, elementos de la Marina Armada y policías estatales y federales mintieron en sus declaraciones con el fin de encubrir los asesinatos, según un reporte difundido por la comisión.

Érica, Alex y José Ángel Alvarado Rivera, de Progreso, Texas, desaparecieron el 13 de octubre de 2014 cuando visitaban a su padre en la comunidad de El Control, una población cerca de Matamoros, limítrofe con Brownsville, Texas.

Un amigo de ellos, el mexicano José Guadalupe Castañeda, también desapareció. Los cuatro cuerpos fueron encontrados dos semanas después con impactos de bala en la cabeza.

De acuerdo con el reporte, los nueve miembros del ´´Grupo Hércules´´ técnicamente pertenecían a la policía estatal de Tamaulipas, pero parecían responder únicamente a la alcaldesa y sus allegados.

La ciudad les proporcionó equipamiento y pagaba parte de sus salarios, e incluso les brindó uniformes especiales y un logotipo no relacionado con la policía estatal, se detalla en el documento.

Dicha conducta de la pareja del mal, Biasi-Salazar, se repitió cuando el pasado 13 de diciembre, un grupo de personas armadas, acreditándose como supuestos elementos policiales, se identificaron bajo las órdenes de Luis Alfredo Biasi y acudieron hasta el Puente Internacional Los Indios para agredir a puñetazos, puntapiés, batazos y amenazas de muerte, a cinco agentes aduanales que se negaron a participar en los actos ilícitos que orquesta la pareja de la ex alcaldesa.

De acuerdo a información publicada por el diario Contacto de Matamoros, “Jorge N, uno de los ofendidos, dijo que los hechos ocurrieron el pasado 13 del presente, cuando hasta el citado puente llegaron dos patrullas rotuladas con la leyenda de Fuerza Tamaulipas y una camioneta tipo Suburban de color blanca sin placas, con vidrios polarizados y de las cuales bajaron agentes de la policía que se dijeron elementos especiales de la citada corporación y los cuales con lujo de violencia comenzaron a golpearlo, a la vez que le decían que para trabajar en ese lugar tenía que pagarles a ellos una cuota”, señala.

Indicó que los tipos le recalcaron que formaba parte de un grupo especial venido de Ciudad Victoria y que obedecían a las órdenes del Lic. Biasi.

Señaló que él les dijo que no tenía por qué darles ninguna cuota a ellos, porque su trabajo en el Puente Los Indios es legal, pero eso empeoró las cosas, pues arreciaron los golpes con pies y manos, además que uno de ellos lo agredió con un bate de beisbol.

Manifestó en su querella que los citados agentes lo subieron a la camioneta Suburban, donde se percató que cuando menos 4 tramitadores más estaban muy golpeados.

Por espacio de 20 minutos los citados presuntos agentes pasearon al lesionado y a sus compañeros.

El querellante dijo que en el piso de la camioneta los agentes siguieron golpeándolo y le robaron su cartera con 2 mil 500 pesos, su teléfono celular y sus documentos personales.

Señaló que luego los mencionados tipos lo abandonaron a la altura del kilómetro 20 de la carretera a Reynosa, donde pidió ayuda a particulares para poder llegar a la ciudad.

Los agentes les dijeron a los tramitadores que todas las agencias aduanales y de transmigrantes les tenían que pagar una cuota para trabajar en la ciudad.

Se desconoce si el resto de los tramitadores aduanales acudirán a la Agencia del Ministerio Público a denunciar los hechos de manera formal como lo hizo Jorge N.

Según se supo no sólo fueron 5 los tramitadores aduanales severamente golpeaos por órdenes de Biasi, sino que el número podría llegar a 10, pero por temor a las represalias no han acudido a sus labores.

El comportamiento violento de la sociedad Biasi-Salazar, obedece no únicamente a ver en riesgo los ingresos para sus fraudulentas empresas y su relación con miembros de El Cartel del Golfo, sino el sostén económico de las aspiraciones políticas de Leticia Salazar quien aún se relame las heridas que representó ver frustrada su carrera, al ser evidenciados los nexos con el crimen organizado que le impidieron crecer más allá de obtener la presidencia municipal de Matamoros en una fallida administración sobre la cual pesan actos de corrupción, desvío de recursos y muerte.