“EL GUASÓN” Y SUS CÓMPLICES

Por José Dosal Hernández
Algunos morenistas “avorazados”, sin esperanza alguna, se lanzaron ya al ruedo político en busca de la gubernatura Tamaulipeca. Utilizando para ello, todo tipo de nefastas marrullerías.
De los sótanos morenistas, surge Héctor Garza González, alias “El Guasón”, quien rompiendo todas las reglas -escritas y no escritas- trata de imponerse sobre quienes lo superan: Américo Villarreal Guerra y Rodolfo González Valderrama.
Tratando de “ponerse” en la ruta correcta, tira manotazos a diestra y siniestra. Además, agarra los despojos de otros partidos, por ejemplo del PAN o PRI. Ejemplo de ello lo es, el controvertido Javier Córdoba González, ex Director de Seguridad Pública Municipal. Quien como se recordará, le dio muchos dolores de cabeza al ex Gobernador (hoy procesado) Eugenio Hernández Flores.
Córdoba regreso a la capital Tamaulipeca después de varios años de ausencia. Y lo hizo como Delegado de Gobernación, pero después de escasos meses, se fue con más pena que gloria.
Córdoba siempre metió en problemas a Eugenio Hernández. Ello, porque rompía todas las reglas jurídicas, con el afán de hacer historia o soñando ser un super policía Se le recuerda invadiendo terrenos estatales y federales o causando, por su imprudencia, la muerte de varios oficiales, quienes solo cumplían sus “chifladas” órdenes.
“El Guasón” recluta sin importar el pasado o el presente de sus auxiliares. Pretende superar a sus contrincantes Américo Villarreal y Rodolfo González Valderrama, quienes le llevan la delantera.
Entre otros “reclutados”, también está Rigoberto Rodríguez Rangel, oriundo de El Mante, quien posee un pasado espinoso. Siempre fue “carnita” para la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR), por pertenecer a grupos que controlan el famoso juego de “La Bolita”.
Esas compañías, le ha costado a “El Guasón” o Héctor Garza, perder la amistad de grupos políticos y empresariales. Lo que motiva que los inconformes vean a otros candidatos menos agresivos y conflictivos y, si más negociadores.
Está visto que “El Guasón” recluta sujetos con un negro historial. Y así, poco a poco, está formando su ejército para pelear la gubernatura de Tamaulipas. Cada uno de ellos ya tiene un lugar dentro de su gabinete. Al menos, eso es lo que ellos presumen en sus borracheras.
Hector Garza, añoro siempre la alcaldía de Reynosa pero jamás logro unir a su favor los distintos sectores productivos, políticos y empresariales a su favor, ni tampoco tuvo el visto bueno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
A ocupado importantes cargos federales pero se le esfuman de las manos, no hace “huesos viejos”, solo se le identifica como un golpeador grillete.
DELGADO, EL GRAN NEGOCIADOR
El Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), entra al proceso electoral tamaulipeco más dividido que nunca. Y quienes logren “pescar” alguna candidatura, no tendrán tiempo de ” armar” equipos.
Siempre he sostenido que hay muchas formas de destruir una campaña. Y Mario Delgado está a aplicando varias de ellas.
Sigue dejando correr el tiempo para las nominaciones de candidatos a las alcaldías, diputaciones locales y federales.
Ahora, los nombres saldrán a la luz pública hasta el último día de Marzo. Siempre y cuando no surja un imprevisto.
La última maroma o estrategia -para el caso es lo mismo-, fue la propuesta de elegir candidatos de partidos que van en alianza con Morena, como el PT y Verde Ecologista.
Los morenistas huyeron de Yeidckol y cayeron en las garras de Mario Delgado, quien ha tomado en sus manos el asunto de la supuesta candidatura del hijo de Maky Ortiz, en Reynosa.
Presuntamente, la vendió en 100 millones de pesos. Una ganga, si se toma en cuenta el mega millonario presupuesto oficial que le pertenece a esa ciudad fronteriza.
El comportamiento de Mario Delgado, también desalienta a la población, provocando el desinterés de los votantes.
Morena atraviesa severa crisis emocional, sus fundadores cearon derechos que nos les fueron respetados, las puertas del partido se abrieron entrando sujetos con un pasado negro, también aventureros desconocedores de la política mexicana y solo por caminar un kilómetro y practicar el tik tok ya son dignos de un cargo público.
Morena no trae organización, al menos en Tamaulipas.