Cámara de diputados prohíbe comida chatarra en las escuelas

El pleno de la Cámara de Diputados aprobó con 494 votos a favor, prohibir la comida chatarra a menores de edad en las escuelas públicas y privadas del país.

Por consecuencia, queda prohibida la venta, suministro y distribución gratuita de alimentos con alto contenido calórico y bebidas azucaradas.

La iniciativa pretende reformar la fracción VIII del artículo 50 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes para ser aplicada en escuelas primarias y secundarias.

De acuerdo a la reforma, las autoridades federales, las entidades municipales y federativas de la Ciudad de México están obligadas a cumplir la prohibición de la distribución gratuita en las instituciones de nivel básico, contar con puntos de venta o máquinas expendedoras dentro de las instituciones.

¿Por qué los diputados aprobaron prohibir la comida chatarra?

El dictamen proviene de la legislatura anterior , a la cual se integraron dos iniciativas presentadas el pasado 12 de agosto por la ex legisladora, Verónica Juárez Piña y la diputada Claudia Angélica Domínguez.

Según la diputada priista, Ana Lilia Herrera Anzalo, miembro de la Comisión de Educación, el objetivo de la iniciativa es prevenir nuevos casos de obesidad infantil; además de combatir los ya existentes.

Por su parte, la perredista, María del Rocío Banquells, dijo que al reducir la comida chatarra, el riesgo de que los niños sufran enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión disminuye.

 

¿Cómo la industria de comida chatarra beneficia a México?

De acuerdo al centro de estudios de Global Research , México es una de las 10 potencias mundiales de comida chatarra. A nivel Latinoamérica tiene el primer lugar de producción.

Según el centro, México obtuvo beneficios de 28 mil 300 millones de dólares tan solo en el 2012, gracias a esta industria.

Este estudio también reveló que, gracias a la producción y ventas de comida chatarra en el país, el sector creció a una tasa del 10%.

Por último, el estudio arrojó que el 90% de las ventas de refrescos provienen de las más de 400 mil tiendas locales de México, no de escuelas.