Nadie tendrá acceso al Snapdragon 835 salvo Samsung

El nuevo SoC de Qualcomm, el Snapdragon 835, no estará presente en los principales teléfonos móviles de 2017. Solo Samsung podrá incorporar el nuevo chipset de la compañía estadounidense en su próximo teléfono estrella.

La revista Forbes ha podido acceder a información relativa al próximo teléfono estrella de LG, el G6. Dicho terminal no contará con el nuevo chip de Qualcomm, apostando en su lugar por el Snapdragon 821 (lanzado durante la segunda mitad de 2016). La decisión está condicionada por la disponibilidad y producción del chipset, que, acorde a la información publicada por Forbes, será muy limitada hasta abril de 2017.

Solo Samsung —cuya división Samsung Semiconductors trabaja precisamente en la producción del Snapdragon 835— tendrá acceso al nuevo chipset de la compañía. El fabricante surcoreano se apropia así de las primeras unidades del nuevo SoC de la compañía estadounidense, dificultando el acceso al resto de fabricantes del sector.

De apostar por el nuevo SoC Snapdragon 835, tanto LG como HTC —quien también apostó por el 821 en lugar del 835— se habrían visto forzadas a retrasar el lanzamiento de sus dispositivos, lo que les condicionaría en su batalla contra Samsung y su futuro teléfono estrella (Galaxy S8). Ambas compañías, en cambio, han optado por incluir un SoC inferior como el Snapdragon 821 que asegure el lanzamiento a tiempo de sus productos.

Afortunadamente, las diferencias entre ambos SoCs de Qualcomm son menores que en ocasiones anteriores. Las mejoras se centran en la eficiencia energética y en el tamaño del chipset. Según los primeros tests, la potencia bruta del chipset solo sería un 25% superior respecto al modelo previo de la compañía estadounidense.

El reto para el resto de fabricantes estará en las campañas de publicidad. La inferioridad numérica del Snapdragon 821 frente al Snapdragon 835 supone un obstáculo en las respectivas campañas de publicidad y comunicación. Por suerte, fabricantes como LG ya tienen experiencia en el lanzamiento de teléfonos estrella con procesadores relativamente inferiores a su competencia —el caso del LG G4, con Snapdragon 808, es el mejor ejemplo—.