A muchos no les encanta la idea de ir al super porque siempre te tardas en las filas, recorrer sus pasillos generan antojos innecesarios, entre otras cosas. Lo cierto es que a pesar de que tengamos un presupuesto, siempre o casi siempre, terminamos comprando algo que desajusta el mismo.

La razón es simple, estos lugares están diseñados de tal manera que recorras la tienda completa y dejarnos sin un peso.

¿Cuáles son los trucos o las razones por las que gastamos tanto?

Para empezar, el tamaño de los carritos está diseñado de tal manera, que por más que lo llenes siempre habrá espacio para algo más. Y sí, los antojitos que están a la entrada de cada caja son un básico de los extras que nos suben unos 20 pesos a la cuenta final.

Otro de los aspectos es la música, ya que al ir recorriendo los pasillos y escuchar canciones que por alguna extraña razón te sabes, te pone de buenas o incluso te hace caminar más despacio para disfrutar de la canción mientras eliges entre un mar de productos.

En tercer lugar nos encontramos con el acomodo de los precios; si no lo has notado, lo más costoso se encuentra a la mano de todos, incluyendo de los niños que en un capricho instantáneo querrán esa edición limitada de Power Rangers de la mayonesa con algún ingrediente extraño que probablemente no sepa tan rico, pero está de moda. Y sí, lamentablemente debes desarrollar una estrategia para pasar por algún otro pasillo que no tenga estas tentaciones pero, lamentamos decirte que es imposible.

El pilón:

Seguramente has notado que todos los precios terminan en centavos, esto lo hacen para que tu agilidad matemática se vea entorpecida y no puedas sacar un promedio de lo que llevas en el carrito, y así terminar gastando unos pesos extras.  Además, inconscientemente, preferimos los productos que cuestan 99.99, que uno de 100 pesos.

Ahora que ya tienes los trucos en la palma de tu mano, analiza tu próxima visita al super y trata de no gastar más de tu presupuesto.