Policías Estatales de Tamaulipas asesinan a joven inocente

Ciudad Tula.- El pasado viernes por la noche los esbirros policías que integran el grupo de estatales, comandados por Conrado Martínez Ramírez, cometieron en esta ciudad un felón asesinato, con todos los agravantes habidos y por haber, porque en primer lugar el vehículo que balacearon es muy conocido en la ciudad la otra, no podrían ser delincuentes sus tripulantes, porque ellos los policías  presenciaron cuando un reten de soldados tenía una revisión y  vieron como lo cinco jóvenes que iban en la camioneta, fueron bajados de su vehículo y ellos revisados y pese así, a 100 metros donde estaba la patrulla Estatal estos le prendieron las torretas, y como iban a la casa  donde el conductor trabaja,  que estaba a 150 metros no se pararon y en eso empezaron a dispararles.

Como pueden se bajan de la carretera y se paran frente a la casa de su patrón, pero los estatales seguían disparándoles por lo que temerosos salieron corriendo cuatro de ellos para protegerse, entraron a la casa del patrón, no así el quinto ocupante Cristian de Jesús Reyna Ortiz de 18 años, no pudo correr porque uno  de los 40 disparos que les hicieron a la camioneta le pego en la espalda sin orificio de salida.

La  señora de la casa donde se metieron los jóvenes, sale a gritarle a los policías que detuvieran el fuego, que estaban cometiendo un error, son puros chamacos a los que  les disparan, pero estos enardecidos se metieron a la casa de la señora y esta por más que les decía que ella los entregaba , la policía parecían fieras salvajes, como que andaban drogados, no escuchaban las suplicas de la señora, ya para entonces eran tres patrullas, y un grupo de policías sacaron al herido de la camioneta  ya que ni ella se había dado cuenta , y casi en rastra porque no podía caminar  lo aventaron en la cajuela de la patrulla.

Pasaron varios minutos,  después subieron a tres más de los jóvenes que corrieron, más adelante se pararon los golpearon y sin importarles mucho el herido se fueron interrogando y golpeando  a los detenidos uno de ellos con un ceja rota, otro con golpes en la cara como de cacheteadas mientras el herido pedía que le ayudaran tirado desangrándose en la patrulla.

Los policías se llevaron al herido, al modulo de Seguridad ya para entonces pasaba más de la hora, de que fue herido,  fue ahí donde los policías de guardia les dijeron que los heridos los llevaran al hospital, pese a las recomendaciones el comandante y sus policías  hicieron más rondines y casi a dos horas del la balacera, llevaron a Cristian al hospital, al ver los médicos que se estaba desangrando, y tenía  un 30 por ciento de vida, optaron por enviarlo a Victoria donde en el camino murió.

Los policías como prueba a que fueron agredidos, muestran al sub procurador  dos impactos de bala en la patrulla, pero los impacto de bala no son de armas de bajo calibre, por lo que debería haberse rechazado, pero el  Subprocurador que enviaron del gobierno, se prestó a proteger a los policías le valió estar enterado que fue exceso de autoridad, todo estaba arreglado para culpar a los jóvenes, un pruebas descarada de parte del gobierno es que se haya prestado para pedir a los periódicos victorenses que no tocaran los hechos de sangre de Tula, una prueba más que buscaron encubrir el crimen de sus gorilas policiacos.

La familia de  Cristian, agradece a todos ese apoyo y que testigos hayan ido sin pedírselos a declarar, lo que ellos vieron antes del ataque policiaco para avalar que sus hijos no portaban armas,  son varios que minutos antes vieron, como los soldados hacían revisiones a todo vehículo y entre esos vehículo iban los jóvenes , no podían en tres o cuatro minutos que sufrieron el atentado abastecerse de armas, como trata el gobierno de encubrir a sus policías, eso no se vale señor procurador  Ismael Quintanilla Acosta.