Un grano de elote acabó con la vida de Marco

Era un miércoles feliz, como lo eran todos los días para él. El 16 de noviembre de 2016, Marco Alexis, de dos años y 10 meses de edad, contento y amoroso salió de su casa, como ocho meses atrás, con una sonrisa en sus labios; se despidió de su madre con un beso mientras lo entregaba en la puerta de una guardería.

Luego de que su abuela enfermó, sus padres, Marco Antonio Celaya Valencia, empleado de ventas de una empresa, y Nancy Benítez Meza, estilista, decidieron que se quedara en la guardería integradora D’Corazón, subrogada al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El pequeño nació con diversos problemas: motrices: su dieta debía ser blanda porque ocasiones se ahogaba para comer; aunque su crecimiento era como de un niño de un año de edad, ya iba a cumplir los tres años, también tenía problemas para caminar.

Consternados y con un profundo dolor, los padres del menor relataron que ese día a las 12:45 horas les llamaron para avisarle que el niño se había ahogado y lo habían traslado a una clínica del Seguro Social cercana a la estancia infantil.

Cuando Nancy llegó al lugar le informaron que el niño iba en traslado hacia la Unidad de Ginecopediatría del Hospital del IMSS; cuando por fin llegó al centro médico encontró a su bebé entubado. A los minutos el pequeño entró a cirugía; los médicos le dijeron que la operación fue un éxito y Marco Alexis estaba bien; había sufrido una broncoaspiración: le extrajeron un grano de elote del pulmón izquierdo.

Permanecieron ahí hasta que lo pasaron a terapia intensiva; por la noche les informaron que el niño había tenido un paro cardíaco por más de seis minutos, precedido de otro de menor tiempo. “Para el sábado 20 de noviembre ya nos dicen que el niño tenía muerte cerebral, que no iba a despertar”, fue por secuelas de la falta de oxígeno, no sabemos qué fue lo que pasó, si desde que llegó al seguro le pusieron mascarilla”, relatan los padres.

El niño estuvo así durante 13 días, hasta que falleció el 29 de noviembre a las 10:45 de la mañana, expresa Nancy con voz entrecortada por el llanto.

“Lo que queremos saber es si cuando el niño se ahogó, se desmayó, se convulsionó o qué fue lo que le sucedió, porque nos da a pensar que en la guardería no están preparados para atender primeros auxilios y eso es delicado porque la guardería atiende a puros menores con alguna discapacidad y muchos padres como nosotros están confiados.

“Pienso que la muerte de Marco Alexis es responsabilidad del personal del plantel porque el niño estuvo muy sano y tampoco dieron aviso al 911, lo trasladaron en vehículo particular.

“Siento mucha impotencia, coraje, en un principio pensaba que el niño iba a salir con vida. Siento impotencia de poner su vida en manos de otras personas para su cuidado y que por algo tan sencillo como el dar comida y que no sepan dar los primeros auxilios ya no esté”, dice la madre del menor mientras llora.

“Es muy fácil decir ‘disculpe fue un accidente’, un accidente que terminó en tragedia; la directora dijo que no entendía cómo había pasado; luego, cuando lo velamos, al querer pagar la cuenta en la funeraria, nos dijeron que la guardería había saldado”, cuenta Marco.

La Nochebuena fue una cena de recuerdos para el matrimonio Celaya Benítez, quienes se sentaron en la mesa con sus dos hijas de 11 y 12 años y una cajita de mármol sobre la mesa con las cenizas del pequeño Marco Alexis. Aún esperan respuesta del plantel a su interrogante: ¿Qué le pasó a su hijo?