¿Qué sucederá con Wakanda? Marvel replantea cintas para mantener vivo el legado de Black Panther
La repentina y sorpresiva muerte del actor Chadwick Boseman ha puesto en un predicamento a la producción de las cintas de Marvel, que ahora se ve obligada a replantearse los planes para el futuro para Black Panther 2.
Cabe señalar que el fallecido actor mantuvo en secreto su enfermedad hasta el último momento, razón por lo que ni siquiera los directivos de Marvel, sabían de su enfermedad, por lo que ahora la partida de Boseman ha dejado a Wakanda sin rey, generando que el MCU busque y se plantee nuevas opciones para el futuro de la trama y el personaje.
Si bien aún es muy pronto para preocuparse por el futuro de la cinta Black Panther 2, la realidad es que Marvel siempre tiene un calendario muy cerrado de estrenos, mismo que ya ha sido muy alterado debido a la pandemia que aqueja al mundo.
Los fans no quieren un nuevo actor
Tras el fallecimiento de Chadwick Boseman, los fanáticos de la franquicia han manifestado su sentir en redes sociales y han pedido a la compañía productora que no sustituya al actor, como un acto de respeto hacia su memoria, por lo que de momento pareciera que Marvel cumplirá dicha petición.
Nuevo rey de Wakanda
Si bien Marvel daría gusto a los fans, esta acción presenta más complicaciones pues en pantalla Wakanda necesitará de un nuevo rey o reina que no sea T’Challa, por lo que varios medios especializados ya hablan sobre los diferentes caminos que la franquicia podría seguir.
Entre las opciones interesantes para que el legado de T’Challa continué es que su hermana Shuri, interpretada por Letitia Wright, tome su lugar como la nueva reina de Wakanda, una situación que no es ajena a los cómics de la saga donde Shuri toma el mando de la nación ficticia.
En el mundo gráfico T’Challa queda en coma tras rechazar unirse al misterioso grupo de villanos conocidos como The Cabal, entre los que se incluyen Doctor Doom, Norman Osborn y Namor (todos personajes que el MCU podría presentar), así que adoptar esta línea discursiva no podría sonar descabellado.
