Elon Musk, fundador de Tesla, planta cara al tráfico con túneles subterráneos

Va en serio, muy en serio. Elon Musk, patrón de Tesla, SpaceX y SolarCity, tiene un nuevo proyecto entre ceja y ceja: construir túneles para descongestionar el tráfico de las grandes ciudades. Viene a ser el primer paso para conquistar el centro de la Tierra, un territorio todavía insuficientemente aprovechado por la Humanidad.

Pero la idea del paradigma de hombre de éxito en los Estados Unidos no solo consiste en evitar los atascos del tráfico rodado, sino también en revolucionar el transporte de personas y mercancías de forma rápida, barata y ecológica. “No tenemos ni idea de lo que estamos haciendo”, resumió Musk en declaraciones a Los Ángeles Daily News para referirse de un experimento que ha puesto en marcha en el terreno de su propiedad bajo el subsuelo de la sede de SpaceX.

Una vez que apenas hay espacio en la superficie para construir nuevas infraestructuras de transporte y que la conquista del espacio aún sigue siendo una entelequia, el magnate ha puesto su mirada en explorar las posibilidades latentes del subsuelo.

Por lo pronto, Musk ha desvelado a través de su cuenta de Twitter una fotografía sin más explicaciones que una palabra: minecraft (minero). A simple vista se descubre la obra de una gran cabeza perforadora (TBA, acrónimo de Tunnel Boring Machine), que presuntamente forma parte del túnel que está socavando bajo el suelo de Hawthorne (Los Ángeles, California).

Gracias a esa obra, los vehículos podrían transitar, así como los trenes de nueva generación, sin olvidarse del prometedor Hyperloop, orgullosa criatura de la factoría Musk, medio de transporte a través de levitación magnética que promete desplazar a las personas a más de 1.000 kilómetros por hora en el caso del denominado TransPod.

Apoyo de Terra Solutions

Pero lo más importante del prodigio de tuneladora es que el tuit de Musk fue respondido después por parte de la compañía Terra Solutions ofreciéndose para asesorarle en el proyecto. La solvencia de la compañía es indiscutible, con décadas de trabajo en su historial de ingeniería civil.

En la actualidad, la firma británica trabaja en el Reino Unido e Irlanda, con decenas de encargos de grandes túneles para firmas de transporte, agua y energía. Ya son muchos los que apuntan a que el tándem tecnológico-empresarial podría dar sus frutos más pronto que tarde.

Solo ha transcurrido un mes desde que Musk, a través Twitter, se quejó del caos circulatorio que sufre a diario cada vez que se desplaza desde Crenshaw Boulevard -corazón logístico y de transporte de Los Ángeles- hasta el cuartel general de SpaceX, en Hawthorne.

Al margen de los problemas técnicos, derivado de la morfología del terreno o el riesgo de posibles temblores en la superficie, el principal escollo reside en la burocracia a la que Musk deberá hacer frente para convertir en realidad su empeño. Sin embargo, parte de las dificultades podrían desaparecer una vez que el multimillonario se consolide en el consejo asesor de Donald Trump, del que ya forma parte. De hecho, el empresario ya ha recibido el permiso de la ciudad de Los Ángeles para construir su túnel a 15 metros de profundidad .

Con la ayuda de los nuevos túneles de nueva generación, el Hyperloop dispondría del complemento perfecto para su desarrollo. Se trata de un nuevo medio de transporte capaz de unir en apenas 35 minutos los 563 kilómetros que separan San Francisco con Los Ángeles, frente a las más de 5 horas que requiere en la actualidad a través de cualquier automóvil. A grandes rasgos, el Hyperloop consiste en una gran cápsula que se desplaza con ayuda de un gran propulsor sobre un colchón de aire a baja presión, lo que evita la fricción con el suelo y permite incrementar la velocidad.

“Vamos a analizar las nuevas cabezas perforadoras, vamos a desmantelarlas para averiguar cómo lograr que vayan más rápido, pero también más seguras y sin que afecten a las personas de la superficie. Vamos a ver cuánto podemos avanzar, pero soy optimista y pienso que la tuneladora su puede mejorar en cinco o diez veces su rendimiento. Esto es clave para muchísimas tecnologías relacionadas con el transporte subterráneo a través de carretera o por trenes de alta velocidad”, indicó Musk al referido diario de Los Ángeles.

Los que le conocen las dotes de visionario de Musk apuestan a que el empresario no descansará hasta ver convertido en realidad su nuevo capricho tecnológico.

Precisamente Musk asaltó estos días a las primeras páginas de la prensa después de que el empresario hiciera caso omiso a las críticas que le reprochaban su entusiasta compromiso con la Administración Trump, en calidad de asesor económico del nuevo hombre más poderoso del planeta. A simple vista, el inmigrante de origen sudafricano no tiene reparos en pactar hasta con el mismo diablo con tal de llevar a buen puerto sus ambiciosos proyectos.