Estos datos confirman que hemos perdido la fe en la humanidad

Para el diccionario Oxford, la palabra que definió el 2016 fue “posverdad”. En las oficinas del diccionario Merriam-Webster se decantaron por “surrealista”. Pero si hay un sentimiento que logra plasmar lo que ha ocurrido en el mundo en los últimos meses es el de la desconfianza.

Desde hace más de 20 años, la consultora Edelman se ha encargado de medir la confianza de la gente, entrevistando a 33 mil personas en 28 diferentes países para, así, saber cuáles son las instituciones en las que más creemos. Aunque que tras el Brexit o la victoria de Trump no era necesario entrevistar a 33 mil personas ni recorrer 28 países para saber que el ánimo mundial está por los suelos.

Sin embargo, los números siempre pueden ser más crudos y, de acuerdo al barómetro de confianza de Edelman, el 2016 registró la mayor caída de confianza de los ciudadanos…. en los propios ciudadanos.

Nadie se salva y los temas que algún día fueron simples preocupaciones —como corrupción, globalización o migración— hoy se han convertido en miedos.

Vivimos en un mundo de desconfianza

Comenzando por los gobiernos, únicamente 3 de los 28 países encuestados dijeron confiar en sus gobiernos.  México se ubica como el tercer país en donde existe más desconfianza en las instituciones gubernamentales.

Pero no sólo eso, la confianza en los medios de comunicación alcanzó su punto más bajo de toda la historia, al igual que sucedió con la confianza en los líderes empresariales e instituciones no gubernamentales.

Los principales motivos para desconfiar de las empresas radica en los sobornos que muchas de ellas pagan a los gobiernos,  así como el gran margen que suele existir entre los sueldos de sus ejecutivos y los salarios de los trabajadores.

Un mundo peor…

Pero Edelman no es la única consultora que ha logrado plasmar la desconfianza con la que vivimos en el mundo. Esta misma semana Ipsos Mori publicó su propio estudio realizado a 16 mil personas en 22 países para llegar a la conclusión de que el mundo se ha vuelto un peor lugar para vivir.

En nuestro país, por ejemplo el 70% de los encuestados por Ipsos Mori siente que México está en su peor momento. Igualmente, el 80% piensa que la economía está manipulada contra nosotros mismos.

¿La afirmación más lapidaria?

El 43% de los jóvenes cree que su vida será peor que la de sus padres.

Otro dato que vale la pena resaltar es que, justamente, los jóvenes sienten que los “expertos” no entienden la vida de la gente común y corriente. De tal modo, la mayoría (incluyendo al 80% de los entrevistados en México) estaría dispuesta a apoyar a un líder que se comprometa a romper las reglas para mejorar su país.

En un clima de desconfianza en gobiernos, instituciones, líderes y ONG’s, vale la pena preguntar: ¿Qué tanto podemos confiar entre nosotros?