¿Qué pasa en un avión si es golpeado por un rayo?

Desde el comienzo de la aviación los rayos y relámpagos han sido un factor definitivo e incluso mortal para los pilotos de un avión, ya que se encuentran en un pájaro metálico cerca de las nubes y tormentas.

Una combinación que realmente a nadie le gustaría experimentar. Hoy en día la tecnología está de nuestro lado y nos dio la oportunidad de poder atravesar las zonas de mal clima, sin importar estas descargas eléctricas.

Antes los aviones eran ensamblados con madera y tela, altamente inflamables, que al recibir un impacto con una descarga eléctrica se envolvían en llamas casi al instante.

Al aprender de nuestros errores y de la mano de la ingeniería, evolucionamos a los fuselajes de aluminio, con recubrimientos en los cables, pero aun así, los materiales no eran los mejores, se calentaban demasiado y no podían disipar las descargas eléctricas

Hoy en día los aviones están hechos de materiales especiales como fibras de acero, vidrio, carbono, cristales de óxido de aluminio, hierro, etc. En caso de recibir un impacto no pasará más que una pequeña explosión y una luz deslumbrante.

Tanto en los automóviles como en los aviones los recubrimientos y láminas de los cuales están hechos, crean una “Jaula de Faraday”, que básicamente es una jaula protectora que no permite la entrada de tensión eléctrica, simplemente se disipa y desaloja la carga existente mientras que el interior del vehículo queda intacto

En cuanto al sistema eléctrico, todos los cables y conductos poseen un recubrimiento de redes anti estáticas que aíslan todo tipo de cargas, para así evitar una sobrecarga o falla de este sistema en caso de un impacto eléctrico, de igual manera, en un avión se llevan de dos a tres sistemas de refuerzo en caso de que exista una pérdida o falla durante el vuelo.

Además, los aviones cuentan con unas antenas que permiten deshacerse de todo tipo de estática sobre las alas.

Claro que se evitan totalmente las áreas con mal clima, y específicamente las zonas de tormentas eléctricas por al menos 20 millas náuticas para evitar este tipo de riesgos, pero sabiendo esto, nos damos cuenta que los aviones hoy en día son mucho más seguros y que el impacto de un rayo sobre este no es un factor crítico.

En promedio un piloto reporta tres impactos de relámpago en vuelo por año de vuelo.